ASISTIR A LA COLONIE

Resulta encantador observar cómo disfrutan los niños y niñas de la colonie de todo lo que, monitores ivorienses y catalanes, les ofrecemos. Sus risas y sonrisas, sus ganas de jugar, su participación y colaboración, su entusiasmo, su cariño...

Pocos motivos impiden a estos niños asistir a la colonie. Y en ocasiones, ni siquiera la enfermedad.

A menudo hacemos uso de nuestro botiquín para las curas básicas de los niños, pero hemos visto necesario ofrecer también Paracetamol a los niños que vienen con fiebre.

Hace unos dias un niño de la colonia se encontraba enfermo. Dias atrás ya se mostraba con ganas de participar pero cansado, y le costaba sonreir, aunque lo intentaba. El miercoles pasado le pregun

tamos cómo se encontraba, y su respuesta fue directamente a pedirnos “la pastilla de esta mañana” (ya le habíamos dado un Paracetamol). Cualquier corazón se rompería al escuchar esas palabras y observar la expresión de su cara. Le pedía a su amigo que se quedara con él, no quería quedarse solo. Le tomamos la temperatura y estaba a 39,5°C. Seguramente tiene malaria. Le dimos otra pastilla y le mojamos la cabeza. Temblaba, y se acogió a mis rodillas para descansar. Es triste ver como un niño es capaz de asistir a la colonia, enfermo... y que llegue a pedir una pastilla de esa forma tan directa... No se quejó, sólo nos pidió la pastilla.

Ayer asistimos a la fiesta de la Asumpción, a la celebración del 50 aniversario de la congregación de las monjas de la Asumpción, a la que pertenece la señora Raquel. La señora Raquel es aquella mujer de León que nos enseñó el material de la escuela. El acto, como ya os ha explicado Anna, fue muy largo y asistieron muchísimas personas. Fue curioso observar cómo vestian los fieles para aquella fiesta tan celebrada. La mayoria, hombres y mujeres, se hicieron vestidos y camisas con diseños muy variados, pero con la misma tela: azul o lila y con motivos de la fundadora de la congregación (Santa Maria Eugenia de Jesus). Eso sí, muchos de los diseños estaban muy bien pensados y los lucían con encanto.

Aquí a menudo llevan este tipo de vestidos o camisas con estampados de temas religiosos.

Hace unos dias nos explicaron que mucha de la ropa que se recoge en España, u otros paises, con la intención de donarla a quien la necesita en Cote d’Ivori, se pierde al llegar al pais, y se acaba vendiendo.

Cuando observo cómo van vestidos los niños y niñas, deduzco que muchos de los vestidos que llevan vienen de estas donaciones, ya que se trata de vetidos de comunión o muy elegantes, pero que ellos usan aqui diariamente. Otros visten con pantalones cortos y camiseta.

En fin, otro dia os explicaré màs cosas de la ciudad. Ahora me voy a dormir, que creo que soy la única que aun ronda por la casa.